VALORES Y LIMITACIONES
cuando alguien dice: ”es que si a mí alguien me hace algo que no me gusta yo le hago el doble”, esto es fortalecer mis limitaciones y tendría que hacer justo lo contrario: si alguien me hace algo que no me gusta, yo le respondería con
algo amoroso para fortalecer mis valores.
Si hemos estado haciendo esto durante mucho tiempo al revés, nuestras limitaciones se han fortalecido demasiado y nuestros valores se han ido ocultando en nuestro interior.
Para solucionar nuestros problemas de vida necesitamos hacer lo contrario:
sacar esos valores, fortalecerlos, usarlos para que las limitaciones vayan quedando relegadas y no sigan dañando nuestras vidas.
Limitaciones y virtudes se pueden reconocer fácilmente. Las situaciones que observo alrededor de
mi vida de cualquier índole: relaciones, economía, social, política, salud, … si las veo como un
problema las estoy viendo desde mis limitaciones internas.
En una ocasión un discípulo le dice a su maestro que tiene un problema y si le puede ayudar a solucionarlo y el maestro le responde que primero le diga él qué es un problema. Después de que el discípulo le explica qué es un problema, el maestro le contesta: “ya te comprendo: tú lo que me quieres decir es que tienes una oportunidad
que no sabes cómo aprovechar, eso no es un problema”. Entonces ¿Qué es oportunidad?. Vamos a
sacarnos de la mente que hay problemas, problemas no hay, yo tengo limitaciones para poder
resolver o adaptarme o comprender o manejar ciertas cosas pero no es que afuera haya un
problema, afuera no hay problemas. Yo tengo limitaciones y tengo virtudes, si uso las virtudes los
problemas desaparecen. La oportunidad es pura capacidad de sentirme feliz, es una situación vista
desde mi comprensión, desde mi verdad. A nivel del instinto, si utilizamos la parte positiva nos da
placer, a nivel de la personalidad nos da satisfacción personal y a nivel de la comprensión, de las
virtudes, nos da gozo, paz, armonía. Si veo la vida como oportunidad es que la miro correctamente,
como lo que es: una maravillosa oportunidad para ser feliz; si no la veo así es que la estoy mirando
mal, desde mis limitaciones.
La idea es aprender a ser feliz por mí mismo, no tengo que depender de nada ni de nadie para ser
feliz porque si no sería un ser dependiente de los demás y les culparía de que no me hacen feliz.
Nadie nos puede hacer felices, salvo yo mismo a mí mismo: es un principio elemental del que vamos
a partir. Lo que sí puedo hacer es compartir mi felicidad con otros. Si culpo a los demás de mi
infelicidad, de la cual no son culpables, estoy usando mis limitaciones y me siento mal. Si uso mis
virtudes me siento feliz, no tiene nada que ver con los demás.